El fascinante mundo del tarot siempre ha capturado mi atención, a pesar de mis conocimientos limitados. Más allá de una comprensión básica de los arcanos mayores, decidí aventurarme con la curiosidad de aprender más. He explorado videos de varios tarotistas; uno de los primeros canales que descubrí fue el de Tarot Tortuga, cuya perspectiva y libro "Guía Práctica de Tarot y Tapping" me resultaron muy reveladores. Más tarde, gracias al algoritmo de YouTube, me encontré con
Francisco Delmar y conecté de inmediato con su enfoque y pasión al barajar las cartas. Desde entonces, me he convertido en seguidor de sus videos.
Por eso, cuando anunció un sorteo en octubre en el que regalaba varias tiradas, no dudé en participar. Y tuve la tremenda suerte de resultar ser uno de los ganadores, como compartí en mi cuenta de Instagram. ¡Menuda alegría me llevé!
Después de unos días, nos pusimos en contacto para acordar la fecha de la lectura. La experiencia fue fascinante y reveladora, llevándome a reflexionar sobre aspectos importantes de mi vida. Desde el principio, intuía que podía confiar en las habilidades de mi tocayo. Aunque ya tenía altas expectativas, logró superarlas, dejándome sorprendido y con la boca abierta en más de una ocasión. Fue impactante escucharlo abordar temas que tenían un profundo significado para mí y que él no podía haber conocido de ninguna manera.
Lo que encontré especialmente interesante fue la manera en que la interpretación de las cartas ofrecía orientación y su capacidad empática para canalizar la información. Fue como si las imágenes y símbolos hablaran un lenguaje universal que resonara con mi propia experiencia; intuyo que su potencial iba mucho más allá de las propias barajas. La diferencia fue abismal comparada con ver una tirada genérica en YouTube y recibir una en directo exclusivamente destinada para mí. No hay ni punto de comparación en la forma en que fluye la energía.
La magia del tarot radica en su capacidad para provocar reflexiones y también en el espirítu que transmiten las personas. Este encuentro me llevó a cuestionarme y explorar áreas de mi vida que, de otra manera, podrían haber pasado desapercibidas. También me permitió apreciar más algunas facetas de mí mismo y valorar esas capacidades.
En conclusión, mi experiencia en la tirada de tarot fue enriquecedora y, lo más importante, consiguió darme motivación en algunas áreas de mi vida en las que necesitaba verlas con un nuevo enfoque. Si estáis considerando explorar el tarot, os animo a hacerlo con mente abierta y a disfrutar de la sabiduría simbólica que estas cartas pueden ofrecer. Después de lo que he vivido, vuelvo a recomendar los videos de Fran Delmar y de Tarot Tortuga, y no dudéis en preguntarles si os interesa tener una sesión.